"Haz, Señor, que ardamos en caridad y encendamos un fuego de amor por donde pasemos;qué deseemos eficazmente y procuremos por todos los medios contagiar a todos de tu amor.

Qué nada ni nadie nos arredre, Señor.

Qué nos gocemos en las privaciones.

Qué abordemos los trabajos, qué abracemos los sacrificios.

Qué nos complazcamos en las calumnias y alegremos en los tormentos.

Señor, qué no pensemos sino como seguir e imitar a Jesucristo en trabajar, sufrir y procurar siempre y únicamente la mayor gloria tuya y la salvación de las almas.

Amén."

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PARA RECORDAR

PROFESIÓN PERPETUA DE ILDE Y RENOVACIÓN DE GABRI Y MICHEL:

Este video es la mejor forma de compartir un momento tan lleno de Dios y emotivo como el que vivimos ese día. Gracias a los tres, y en especial a Ilde por su testimonio.





“He abierto los ojos para ver”

Ildefonso García Palacios

Ildefonso García Palacios, tinerfeño, misionero claretiano de 25 años. El día 23 de octubre emitió su profesión perpetua. Aunque no es frecuente que un joven diga públicamente que su opción es para siempre, tampoco es noticia. Si uno en su juventud se ve sorprendido con la enfermedad, ya es novedoso, Si, además, ésta se vive con esperanza y en misión… ya sólo queda contemplarla con “temor y temblor” porque se trata de un milagro. Vida Religiosa agradece esta noticia de esperanza, llena de futuro, que nos cuenta Ildefonso.


Sobre el 23 de mayo de 2010 acudí a urgencias por fuertes dolores debajo del costado izquierdo. Varias horas más tarde habiendo experimentado nerviosismo e incertidumbre por los dolores que padecía me diagnosticaron un tumor maligno surgido de la glándula suprarrenal izquierda. Estuve varios días ingresado porque los médicos querían operar inmediatamente, pero no podían hacerlo hasta lograr estabilizar ciertas constantes que el tumor había desequilibrado en el cuerpo. Fueron días de mucha paz interior y serenidad externa. Dios amor, tomó mi frágil cuerpo, mi pobre fe, mi confianza esperanzada en Él y me mostró un camino, un itinerario nuevo que deseaba que emprendiéramos juntos en este camino misionero.

Conforme transcurrían los días me sentía llamado a tener un intenso tiempo de encuentro con Dios y de abandono en el Dios de Jesucristo, que es amor y da vida abundante. Con humor, fe, ilusión y plena confianza iban pasando los días y Dios iba mostrando su gracia para fortalecer mi persona en el nuevo camino que acababa de emprender. Diez días más tarde los médicos me dieron el alta con fecha fijada para la extirpación del tumor maligno. Los médicos alertaron de que era una operación difícil en la que podía perder la vida, no obstante Él estuvo a mi lado y con su fuerza pude y puedo seguir hoy caminando en el día a día a su lado: contento, feliz, alegre, ilusionado y esperanzado en el Señor de la vida y el amor.

A lo largo de este tiempo transcurrido desde entonces mi vida como misionero claretiano ha experimentado un cambio de 360º. La experiencia de una enfermedad grave con tan poca edad para lo que estimamos normal creo que hace madurar a marchas forzadas y te hace dar cuenta de lo que realmente es importante en tu vida. El cáncer está siendo la batalla en la me encuentro luchando. Pero no estoy haciéndolo sólo. Cuento con Dios que es mi apoyo, mi baluarte, el escudo donde me pongo a salvo y donde recobro cada día fuerzas para seguir dando la vida por amor al Evangelio.

Durante mi último tiempo de formación inicial he experimentado en mi vida y en la comunidad muchas de las cosas que nos dicen los formadores y los hermanos mayores de nuestras comunidades para perseverar en la vocación. Yo estoy seguro de que si las hubiera abandonado ahora no estaría compartiendo con vosotros lo que Dios sigue haciendo por mi, un inútil instrumento en sus manos.
Un pilar fundamental e importante en este último año y medio tras el descubrimiento de la enfermedad ha sido esencial para seguir caminando al lado de Dios: la oración. El encuentro personal y diario con Dios en la oración por medio de su Palabra ha sido importantísimo para mi. En ella he encontrado el rostro del Abbá de Jesús. Guiado por la fe en el Dios cercano con el que puedo hablar de mis miedos y dudas, mis incertidumbres y soledades, ha sido y sigue siendo la experiencia que mueve mi vida. La escucha asidua de su Palabra ha sido motivo de fortaleza, fe ilusión, sueño, amor, perdón, alegría en muchos momentos que han ido apareciendo en este tiempo. No es fácil vivir sin la esperanza en el Hijo de Dios. En algún momento se ha hecho muy presente una frase de la carta de S. Pablo a los Gálatas (2, 19b-20): “Estoy crucificado con Cristo. Vivo yo, pero no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mi: y mientras viva en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mi” Es difícil y sería pretencioso decir que he llegado a vivir esta experiencia de Pablo y de mi fundador en persona, pero sí creo que la he vivido de modo análogo.

Puedo decir que me siento crucificado con Cristo en el dolor, el sufrimiento, la agonía de una enfermedad que en mi caso quiere terminar conmigo. La experiencia de sentirme crucificado en el sufrimiento algún momento me ha hecho sentirme abandonado de Dios, no obstante, he descubierto que tras los nervios y cegueras que podía seguir abandonándome en sus manos porque es el único motor que mueve mi vida. Vivo contento, con fe, sin miedo ni temor a lo que venga en el futuro porque vivo de la fe en el Hijo de Dos que me amó y se entregó por mi. Con gran alegría puedo compartir que el cáncer está siendo una oportunidad para configurarme con Cristo. No es fácil vivir esta situación desde la fe, con fuerza, con ilusión o alegría, es cierto, pero la fe es la que me mueve a ello y no mis propios esfuerzos.

La celebración de los sacramentos ha sido y sigue siendo un aspecto importante en mi vida diaria. Antes de descubrir que estaba enfermo, con tristeza y dolor, comparto con vosotros que vivía la eucaristía de un modo mecánico, casi sin sentido; era una cosa más que había de hacer en el día a día. He abierto los ojos para ver, vivir y experimentar que sin recibir a Cristo como comida y bebida de salvación mi cuerpo se queda sin fuerzas para seguir luchando esta batalla abierta. Recibir cada día el sacrificio eucarístico es para mí el gran momento del día, el momento en el que el Señor me da fuerzas para seguir caminando a su lado.

Una hermosa experiencia relacionada con los sacramentos ha sido las veces que he recibido la unción de enfermos. No sabría describir la inmensa alegría y serenidad que producía en mi recibir este sacramento de fortaleza en la enfermedad. Dos días antes de operarme recibí este sacramento por primera vez en mi vida, me sentí muy lleno del amor de Dios, de su ternura y cercanía, de su gracia para afrontar la operación a la que tenía que someterme.

Un elemento por el que ya he dado muchas gracias y hoy día también doy gracias es por la comunidad. Ha sido otro pilar importante y sigue siéndolo. Con pequeños y grandes detalles que han tenido conmigo. Ello me ha ayudado a curarme de la autosuficiencia. Algo habitual como vestirse, hacer la cama, mover un sillón, limpiar el cuarto, son cosas habituales que solemos hacer. Yo viéndome impedido he aprendido lo que es el servicio gratuito y amoroso en los sencillos gestos de los hermanos. La comunidad ha estado en todo momento preocupada por mi, en lo bueno y en lo malo, apoyándome, haciéndome sonreír, ayudándome a levantar cuando he estado más bajo de moral.

La experiencia del Padre Claret de sufrimiento a lo largo de su vida me sigue ayudando a seguir entregando mi vida por el Evangelio, a anunciar la buena noticia de Reino en mis circunstancias y a descubrir, como él, que “para mí Dios es suficientísimo”. Como Hijo del Corazón de María me siento querido por la Madre y acompañado en estos momentos de cruz, desconcierto, sufrimiento y dolor. En ella veo la fidelidad y la confianza esperanzada en medio de la oscuridad del abismo, de la realidad cercana de la muerte.

Comparto finalmente con vosotros mi situación actual. La enfermedad ha avanzado, ya hay metástasis por varios lugares. Los dos pulmones se encuentran habitados por el cáncer con una suelta de globos, el hígado aparece con varios puntos grandes de metástasis y el hilio esplénico o bazo. La realidad es que el cáncer sigue avanzando con agresividad y fuerza. Una cosa que tiene sorprendidos a los médicos es mi estado físico porque afirman que no se corresponde con los datos médicos contrastados por la pruebas. Ello me hace sonreír y me alegra porque sigo  viendo la mano de Dios por medio de cada uno de vosotros con vuestra sencilla oración. Dios da vitalidad y fuerza en la mayor debilidad, los datos médicos son una prueba de que esta experiencia que sentimos es cierta.

Tras fallar los dos tratamientos de quimioterapia anteriores, a mediados de julio los médicos llegaron a descartar la posibilidad de seguir administrando cualquier otro tratamiento. Sólo quedarían los cuidados paliativos y, en particular, la administración de morfina, cuando la situación se haga insoportable. No obstante yo les he pedido que sigan intentando encontrar un tratamiento efectivo para este tipo de cáncer suprarrenal, que es poco habitual y manejable. Así, van a ensayar otro tipo de quimioterapia, aunque el pronóstico sea muy incierto. Entre tanto sigo confiando en Dios y, como mi vida es un don gratuito de su amor, quiero seguir luchando a su lado.

(Artículo aparecido en Vida Religiosa).


PALABRAS DE ILDE, 30 de Noviembre, que pide que os comuniquemos por aquí a todos (desde PJV):
 "Hoy Jesús llama a sus dos primeros discípulos a su seguimiento, ellos sin pensarlo, dejan todo y se van tras él. El encuentro con Jesús no deja indiferente a nadie que se deja interpelar por su palabra, sino todo lo contrario, ese encuentro cambia su vida. Hoy día 30 el señor me sigue llamando a un seguimiento más estrecho, unido a Getsemaní casi con la Cruz. Los médicos anuncian ya fallos en los pulmones y se plantea la sedación absoluta como realidad. La llamada de Jesús implica radicalidad, implica amor, pero no nos olvidemos, un amor que está crucificado, pero resucitado, revestido de Dios por la luz. Pidamos al Padre, que en estos momentos de oscuridad en nuestro seguimiento cotidiano descubramos que el crucificado-Resucitado es quien nos sostiene".
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De ILDE, de nuevo para todos:
"GRACIAS POR LA ORACIÓN, ESTA TENIENDO SU EFECTO. SERENIDAD, SERENIDAD INESPERADA"

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CORREO DE PEPE HERNÁNDEZ CMF, explicando como está Ilde a fecha de 2 de Diciembre:

Queridos hermanos:
Después de enviar este mensaje a un amigo, que me preguntaba por la situación de Ilde, he pensado que podría enviároslo también a vosotros y quizás -con vuestra ayuda- hacerlo llegar a otras muchas personas que han mostrado un gran interés y afecto por nuestro joven hermano. 
No sé si todos estáis informados de que la enfermedad de Ilde se encuentra en su última fase y que en cualquier momento podría producirse el colapso de los pulmones, inundados de metástasis, o un dolor tan agudo y persistente que obligue a tenerlo sedado hasta que se produzca el desenlace final (¡nunca fatal para los que somos creyentes!).
Lo que seguramente sí sabéis es que el pasado día 23 Ilde pudo hacer la profesión perpetua en la capilla del hospital, lleno de alegría y satisfacción por haber alcanzado esta meta tan deseada. Luego su estado mejoró un poco y pudo ser dado de alta para regresar a la comunidad. Pero, a los pocos días, la situación volvió a agravarse con fiebre alta, agudos dolores, vómitos continuos... No hubo más remedio que hospitalizarlo otra vez y así, desde el día 12 de noviembre, Ilde se halla en la Unidad de Cuidados Paliativos. Los médicos le pronostican poco tiempo de vida, quizás sólo unas horas o, a lo más, unos pocos días. El pasado miércoles por la mañana tuve que comunicarle la previsible inminencia de su muerte, y desde entonces Ilde ha estado despidiéndose personalmente de los familiares y amigos más allegados, mostrando en todo momento una gran serenidad, lucidez y entereza. Nuestro joven hermano tiene inmensa confianza en el Señor y desde que sintió el primer zarpazo del cáncer está viviendo en una permanente comunión con Él, experimentando toda la fuerza de su amor y su consuelo. Más de una vez en estos últimos días nos ha dicho que se siente feliz de morir abrazado a Jesús, su gran tesoro. Los que tenemos el privilegio de compartir esta profunda experiencia espiritual, así podemos verlo y palparlo en múltiples ocasiones y detalles. Sí, en medio del dolor y la debilidad, somos testigos de una verdadera obra maestra de la gracia, que a todos nos está impactando y edificando enormemente. Y -aunque pueda parecer increíble- en más de una ocasión, incluso ayer mismo por la tarde, hemos estado riendo con él a carcajadas, contando chistes y anécdotas familiares. De verdad, en algunos momentos parecía que estábamos en la antesala del cielo.
Esto no quita que estemos viviendo también otros momentos muy duros. Pensad, por ejemplo, en su familia. Anoche pudieron llegar a Granada sus padres, sobrecogidos por la perspectiva de tener que despedirse de su hijo... La providencia de Dios y el buen hacer de los médicos han permitido que puedan volver a encontrarse cuando Ilde todavía se halla plenamente lúcido y sereno. Esperamos que se mantenga en estas condiciones hasta que lleguen sus hermanos mayores, enrolados en el ejército, y los dos más pequeños, que llegarán esta tarde también en vuelo desde Tenerife. Así, Ilde podrá ver cumplidos sus últimos deseos y -cuando Dios le llame- entonar su "Nunc dimittis".
Entre tanto, todos seguimos muy unidos en torno a él, en una cadena de oración y afecto que alcanza hasta los extremos remotos de la tierra. Es la ventaja de formar parte de una congregación misionera, extendida por todo el mundo, y de una comunión más grande que no conoce fronteras de espacio o de tiempo. Tenemos una gran "nube de testigos" que nos ayudan a mirar a la muerte de cara, sabiendo que, ya vivamos o muramos, estamos siempre en las manos amorosas del Señor de la Vida.
Un abrazo muy fuerte de vuestro hermano in C.M.,
Pepe Hernández cmf.

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BODA DE NUESTROS HERMANOS LUIS Y CRISTINA:

      Con motivo de la unión de nuestros hermanos Cristina y Luis, próximamente el 10 de Octubre en Caná de Galilea y siendo ellos tan especiales para todo, hasta en el día de su boda. Han pedido y repartido entre las personas más cercanas a ellos sus trece arras, para que graben en ellas lo que cada uno desee y así tenerlos ese día tan especial y grande para ellos, muy presentes en ese momento único para los dos.

      Entre esas trece arras, tan simbólico número que representa a los discípulos y a Jesús mismo, nos hemos encontrado la Comunidad de Buensuceso, que ayer día 25 en nuestro primer encuentro, se le hizo entrega de la misma, junto a un pergamino en el que se encontraba un escrito sacado del libro "El cáncer me da la vida" de Paco Contreras CMF, fallecido hace dos años y al que los dos se sentían muy unidos, haciendolo presente también en este acontecimiento.


      A continuación, os mostramos dicho escrito y algunas de las fotos de esa entrega de arra a los novios.



Cristo viene para emborracharnos con el vino de la vida

En el Cantar de los Cantares, el vino es símbolo del amor: “Son mejores que el vino tus amores”. Una de las imágenes con las que más frecuentemente expresa el Antiguo Testamento el gozo de los últimos tiempos es la abundancia de vino.
En el segundo libro de Baruc – apócrifo judío, contemporáneo del cuarto evangelio – existe una exuberante descripción de esta abundancia. La tierra producirás sus frutos multiplicados por mil: “Cada cepa tendrá mil sarmientos, cada sarmiento, mil racimos; cada racimo, mil uvas, y cada uva dará unos quinientos jarros de vino”.
En Caná, Jesús da comienzo a los signos y manifiesta su gloria. Los discípulos también empiezan a ver esta gloria presente en el Maestro. El milagro es una señal: Jesús se manifiesta como el Esposo del nuevo pueblo de Dios. Quiere establecer con todos nosotros una alianza nueva y definitiva, fundada en el amor.
Todo el misterio de las bodas de Caná consiste en la presencia del Esposo, que ya ha comenzado a manifestarse creando una nueva comunidad para compartir su vida y amor, y dando un vino tan bueno como generoso.







¡ESTAREMOS CON VOSTROS DESDE LA ORACIÓN EL DÍA 10!

OS DESEAMOS LO MEJOR EN ESTA NUEVA ETAPA QUE COMENZÁIS JUNTOS.

¡OS QUEREMOS!



"No he venido a ser servido, sino a servir"